Como tantas cosas donde se involucra el comercio, esta actividad necesita regulación, y la tiene en la ley 25761. Es un «régimen legal para todas las personas físicas o jurídicas que procedan al desarmado de un automotor de su propiedad o de un tercero, y para aquellas cuya actividad principal, secundaria o accesoria, sea la comercialización de repuestos usados para automotores. »
Bien claro. Todo vehículo que llegue al final de su vida útil puede ser reciclado, para eso, su propietario debe cumplir con algunos requisitos. Tal como lo dice la ley, el vehículo en cuestión debe ser dado de baja de los registros de la seccional a la que corresponda por su ubicación dentro del país.
Estas seccionales del Registro Nacional de la Propiedad Automotor, dependientes del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación deben emitir un Certificado de baja y desarme donde conste:
– Identificación del automotor (marca, modelo, patente, n° de motor, n° VIN y color).
– Fecha de baja.
– Identificación del propietario.
– Identificación del desarmadero responsable.
– Listado de autopartes reutilizables.
Cuanto más claro mejor
Cuando una persona necesita disponer de repuestos de calidad y resulta difícil, por no decir imposible, conseguirlo; tiene la posibilidad de encontrar lo que necesita en los depósitos de los socios de CARVA. Entidad que nuclea a quienes se encargan de recuperar, reciclar y poner a disposición esos repuestos para que sean reutilizados.
Parece sencillo, gracias al artículo 8 de la ley, que respalda la actividad de los socios de CARVA en cuanto a la presentación del listado de autopartes que posean en sus depósitos. Deben estar identificados, para que el comprador se sienta seguro, para eso la DNRPA dispone de un sticker con número para comprobar su legalidad.
«Las autopartes que no posean número de identificación, para ser recuperadas deberán ser identificadas con etiquetas que posean características particulares de individualización y seguridad, las que deberán destruirse al intentar removerlas y contarán con imágenes exclusivas diseñadas para el caso y con una banda con numeración preimpresa correlativa, de impacto y con tinta especial, que permita su adecuado control.» (Res. 199/05 SIyCPyME)
Respaldo consolidado
Trabajar bajo un paraguas permite que no te mojes, es cierto, pero también te ayuda a evitar males mayores. Esto se aprende en la calle, y si andas desde hace mucho tiempo sabes de lo que hablo. Es mejor andar acompañado por personas que hacen las cosas dentro de la ley, con buenas intenciones, la ley está para ser cumplida.
Para los griegos la virtud de la justicia consistía en la moderación según lo dispuesto por la sabiduría. Haciendo gala de valores como la igualdad y la libertad, teniendo como objetivo final un fin social. Marcando algo inesperado para la época, más allá de la legalidad, cimentando su verdad sobre la naturaleza buscando la retribución exacta y el mérito proporcional, en cuanto a la libertad dejando de lado los privilegios.
Hablamos de miles de años y hoy lo vemos mejor cada día en la actividad que nos toca como seres humanos, desde las relaciones informales hasta las comerciales. Es bueno saber que cualquier persona puede desarrollar su actividad dentro del marco que la regula con leyes que sigan posibilitando su crecimiento. Los socios de CARVA lo entienden así.
Se trata de hacer bien las cosas
Es como cuando jugábamos de niños, las reglas estaban, a veces las modificábamos para que alguien gane. Aunque, se discutía y alguien terminaba con sangre en la nariz, pero al rato pasaba todo y la vida seguía. Teníamos que hacerlo, estábamos comprometidos, sin firmar nada a respetar el espacio de los demás. Por más que no nos guste o tengamos otra forma de actuar en la vida.
Claro que, si alguien marca el camino y te dice de qué manera se pueden hacer las cosas sin perjudicar a nadie y que de alguna manera contribuya al bien común, al menos tienes que escuchar lo que tiene para decir. Después te queda analizar si te sirve, si te ayuda en tu negocio o si lo que vienes haciendo te muestra un futuro mejor.
Como decía mi mamá, es posible que nadie tenga la verdad, pero es claro que se pueden sentar a ver lo que piensa cada uno, lo que dice cada persona, teniendo en cuenta que todos son diferentes, sin embargo pueden querer lo mismo. En el caso de los socios de CARVA, vender respuestos recuperados, reciclados y reutilizables dentro de la ley.
Imagina un mundo …
Dejo los tres puntitos para que lo completes. Según quién escriba lo que sigue es posible que diga «mejor, feliz, respetuoso, limpio, claro, pleno, lleno de luz, de verdad». No sé, solo sé que somos diferentes y que sin dudas, eso sí, estoy convencido que queremos lo mejor para todos, en especial para el negocio que tenemos y le da soporte a nuestras familias.
«Posible» es otra palabra que puede ir en esa frase. Es por eso que estamos aquí, por esa posibilidad de juntar a todos los que tenemos la responsabilidad de recuperar, reciclar y poner en manos de buenas personas los repuestos originales de autos que llegaron al final de su vida útil, para que sean reutilizados con sensatez y buen juicio.
En realidad, eso ocurre. El que necesita un repuesto original recuperado, y consulta a un socio de CARVA, es porque conoce la procedencia. Tiene la seguridad que ese negocio cumple con los requisitos de la ley, y además, avala su trabajo con su trayectoria y el respaldo de la Cámara Argentina de Recuperadores y Venta de Autopartes.